En Los Ángeles
precisamente, un hombre, cierto día amaneció muerto en la calle. Le encontraron
signos de haber sido torturado. Lo mataron supuestamente abriéndolo en canal.
Pero en la morgue, se dieron cuenta que tenía en sus órganos alrededor de medio
kilo de cocaína pura.
Era más que evidente que
dicho crimen, fue el resultado de haber traicionado a la mafia. Resulta típico
de ellos, el mensaje que transmiten a través de este tipo de homicidios. Vaya a
saber qué barbaridades cometió el finado...
Como sea, era notorio que
no se trataba de trigo limpio, sino de un flor de delincuente. ¿Su nombre?
vamos a suponer que se llamó: Bologna.
Lo más curioso de todo,
ocurrió, cuando un vecino fue al cementerio a verlo y dio la casualidad que
acertó la grande de Año Nuevo, esa lotería con la que sueñan muchos, entonces se corrió la voz de que el muerto hacía milagros.
Desde entonces, ciegos y paralíticos, acuden en masa desde países distantes y todo aquel menesteroso piensa que se salvará de por vida si lo visita.
Desde entonces, ciegos y paralíticos, acuden en masa desde países distantes y todo aquel menesteroso piensa que se salvará de por vida si lo visita.
Ahora lo llaman: “San
Bologna” y las colas para ir a verlo y pedirle todo tipo de cosas son impresionantes, alcanzan los días de su aniversario a más de tres cuadras.
Flor de “Santito”!
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De mi libro: Cuentos "Degustando champagne bien frappé"
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