sábado, 20 de octubre de 2012

Soledad



...y es así, una se pone a cantarle
a la desesperanza, al vino, al vacío
y le nacen las ganas de pelearle a la vida,
de luchar por la risa,
de no sentir más el frío.

¿Sabés amigo mío?, lo mismo que sentís vos
lo he vivido todos mis años,
la misma angustia, el mismo lacerante dolor.
He reptado en el tremendo abismo del que sabe,
siente, vive, respira, y sueña el estar solo
y nada más que solo.
He comido, amado, dormido, creado y parido
en soledad.
Ni antes ni después, ni durante, hubo nadie,
sólo yo, sólo yo, la vida y yo, la muerte y yo,
el absurdo desatino del destino y yo.

Y ahora vos, ¿pensás que inventás un delirio
ofreciendo algo nuevo a mis ojos, a mi espíritu?.
Lo he llevado y sentido en mis venas,
cada día ha bombeado y golpeado mi corazón
desde siempre. Y por eso mismo lo combato,
lo peleo, lucho con todas mis fuerzas,
desde la raíz que me sustenta hasta el último suspiro.
Mis armas son la alegría, la fuerza, el poder
sentir felicidad en cada cosa pequeña, y
el guardar dentro mío, sólo lo hermoso,
sólo lo positivo, sólo lo bueno, aunque sea un engaño,
una verdad a medias, esa ilusión me
ayuda a seguir respirando en el Planeta.

Para mí, ese lucharle a la soledad, al ser tan sólo
una "mota de polvo en el ojo del Universo",
ese construir en paz y armonía, creando belleza,
sin destruir jamás nada ni a nadie. Teniendo hijos
que no son míos, amasando, plantando, cantando,
riendo, pintando, escribiendo, amando, para mí,
ésa es la única valentía que existe, la única vida que
conocí siempre, es ése lucharle a la muerte
en vida y a la definitiva, en cada instante de la vida misma.

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