domingo, 27 de enero de 2013


PINTURA - "BOSQUE ENCANTADO" -

"Bosque Encantado" - Acrílico y collage  sobre madera.

martes, 22 de enero de 2013

SANTITO


En Los Ángeles precisamente, un hombre, cierto día amaneció muerto en la calle. Le encontraron signos de haber sido torturado. Lo mataron supuestamente abriéndolo en canal. Pero en la morgue, se dieron cuenta que tenía en sus órganos alrededor de medio kilo de cocaína pura.

Era más que evidente que dicho crimen, fue el resultado de haber traicionado a la mafia. Resulta típico de ellos, el mensaje que transmiten a través de este tipo de homicidios. Vaya a saber qué barbaridades cometió el finado...

Como sea, era notorio que no se trataba de trigo limpio, sino de un flor de delincuente. ¿Su nombre? vamos a suponer que se llamó: Bologna.

Lo más curioso de todo, ocurrió, cuando un vecino fue al cementerio a verlo y dio la casualidad que acertó la grande de Año Nuevo, esa lotería con la que sueñan muchos, entonces se corrió la voz de que el muerto hacía milagros.

Desde entonces, ciegos y paralíticos, acuden en masa desde países distantes y todo aquel menesteroso piensa que se salvará de por vida si lo visita. 

Ahora lo llaman: “San Bologna” y las colas para ir a verlo y pedirle todo tipo de cosas son impresionantes, alcanzan los días de su aniversario a más de tres cuadras. 

Flor de “Santito”!


                                                 *****

De mi libro: Cuentos "Degustando champagne bien frappé"

viernes, 18 de enero de 2013


PINTURA - "MEDIO ORIENTE" -

"Medio Oriente" - Acrílico sobre madera - 
La foto realmente no es buena. El cuadro es hermoso.



MEDIO ORIENTE  (J E R U S A L E M)


Iba bajando por las escaleras de piedra,
prisionera por el barullo que me rodeaba,
y enrejaba sin pena.
Iba casi saltando sobre los siglos
que a mis pies se rendían.
Y a lo lejos, ¡tan lejos!
estaba el Muro.
Me esperaba.

Y fui con los bolsillos llenos de anhelos
y suspiros escritos.
Y cuando me dí cuenta,
tuve el alma llena de gritos.
Aún ahí, se cometía la injusticia
de separar los sexos.
Aún ahí, ante el Muro Sagrado,
era fuerte la ignorancia.

Y fui como impulsada
por el ansia de Justicia
hacia las paredes santas.
Creando vientos y tormentas
al ser mujer, y sentirme discriminada.
De repente, todo se paró.
Se detuvo el viento
y la lluvia quedó a medio camino,
entre la tierra y el cielo
sin decidirse a caer.

Y todo aquello que pensé importante
se disolvió en el aire dorado
con aroma a Pasado.
Y vino la paz.
La sentí como un bálsamo,
como Madre acariciando cada átomo
suave, suave...
Y mi corazón se calmó al ritmo de un vientre
cálido y blando.
Y fui caminando,
acercándome más y más
hacia esas paredes
que aguardaban pacientes,
en medio de un Silencio
blanco y sordo
que me llamaba,
único.
Fui flotando, y mis pies no rozaron el suelo.
Tenía las manos quietas.
Y todo mi cuerpo sintió la fuerza mágica,
magnética, de lo sacro.
Mi Ser fue atraído como un imán hacia la pared.
Quedé pegada rápidamente, y, entonces,
hubo un antes y un después.
Y nada fue igual, nada.

Al tocar esa pared con las palmas y mi frente,
no me fue posible salir.
Se creó un puente de Luz entre Él y yo.
Y dejé de existir junto al Mundo.
Ya no hizo falta el tiempo,
y la noción del espacio
perdí por completo.
Y sólo existió esa Luz
entre el Altísimo y yo.

Nada más, nadie más.
No hizo falta nada más.
La comunión fue completa, total.
La entrega absoluta.
Todo se esfumó de la mente,
mi vida anterior, la identidad,
nada quedó.

¿Cuándo fue el momento
que despertó en mí, un pequeño aviso?
No lo sé.
Sólo que fue, al promediar el día.
Cuando suavizó su radiación la luz externa,
al salir muy tímida, la primera estrella.
Cuando se limpiaron mis culpas por completo,
en las aguas purísimas, del verdadero Amor.
Al pedir perdón y ser al instante concedido.
Al darme cuenta de cuánto Amor me rodea,
del Amor que nos crea, del que somos.
Al saber que siempre estamos protegidos,
amparados y amados,
fue que pude despegarme y volver...


Mi viaje a Israel con mi esposo e hijos fue alucinante por decir una palabra y me quedo corta.  Alquilamos un coche y recorrimos  Israel de punta a punta (es tan pequeño su territorio que se puede hacer casi en un día). Jamás, olvidaré la impresión que tuve al llegar a Jerusalém  al amanecer. Era pleno  invierno y la luz translúcida que pintaba las casitas, las montañas, los techados antiguos, parecía mágica. Jerusalén  destellaba como una joya única, jamás vista, jamás mancillada.
Quedé con la boca abierta. Sinceramente, tanta belleza transmitía a mi corazón que éste se  sentía como al entrar humildemente a un gran Templo Sagrado. Tardé en reaccionar.  El viaje  anterior, había sido tan distinto que no podía entender qué había sucedido. Nos dirigimos al  hotel y dejamos nuestras valijas en las habitaciones. Fue un día de recorridas, sorpresas y deleite.

Disfrutamos mucho, y todos nosotros estábamos encantados de encontrarnos en ese lugar. A la mañana siguiente, habíamos decidido ir antes que nada,  al Muro de los Lamentos. Hacía mucho frío, y la nieve caía blanda sobre nosotros, acariciándonos levemente. Nos encontramos  arriba de una explanada, miré hacia el famoso muro.  No me pareció, a primera vista, nada  singular, sólo muy antiguo. Estaba vestida como un oso polar, tenía un saco blanco con pelitos,  capucha, guantes, pantalón grueso y botas. Toqué ambos bolsillos del saco para comprobar  que llevaba todos los pedidos de mis amistades, ya que se asegura que colocando un papelito  con un deseo en cada uno de los intersticios del muro, estos se cumplen y estaban bien llenos,  comencé a bajar las escalinatas junto a mi familia. Iba con ellos, cuando de improviso caigo  en la cuenta de que ¡una vez más! los religiosos se salieron con la suya. No era suficiente para  ellos con relegar a las mujeres en el Templo; ahí también estaban, separadas por un muro  invisible que cortaba por el medio al gran Muro. Del lado izquierdo, los hombres; del  derecho, las mujeres.
 No podía creer lo que veía, estaba con mucha rabia y se lo hice saber a mi familia ¿así que teníamos que separarnos como si fuésemos extraños?  En fin, una vez que lo  manifesté, marché con pasos bien fuertes, impulsada por la ira que sentía ante tanta  ignorancia. Ellos desde ya, fueron por su lado. Iba caminando de esa forma, bastante  furiosa y mientras pensé: -  cuántos metros tenía la explanada!, era mayor de  lo que se  veía desde arriba.

 Como a mitad del camino, comencé a sentir una paz que me envolvía con sus alas, me dije a mí misma que era extraño pasar de la emoción que tenía al llegar, a esa quietud y silencio que se iba profundizando en la medida que me acercaba al Muro. Sin embargo,  así era, se fue acentuando más y cuando estuve apenas a dos centímetros de la pared, cerré los ojos. La toqué y me transporté en el acto hacia arriba, hacia una Luz, hacia  "La Luz". Había una fuerza magnética que me arrolló, pasó por dentro y por fuera de mí  y, luego, me elevó. Perdí absolutamente la noción del tiempo y el espacio. Sólo existía la "Gran Luz" y yo siendo "Un sólo Ser". ¿Cómo iba a recordar entonces otra cosa?  Sólo eso, "Era". No existía, ni existió jamás otra cosa. Era lo mismo, "Ella y Yo y Todo".  Ignoro el tiempo que me mantuve así, ninguna otra cosa tenía la menor importancia. Pudieron fácilmente pasar horas…. Sentí que me habían dado vuelta como a una media. No era la misma, jamás podría volver a serlo.

Cuando al fin me separé, pude  retornar y emprendí el camino de regreso hacia el lugar de partida. Vi a lo lejos a mis  hijos, a mi esposo; me miraban con una expresión tan extraña en sus ojos, como si no  me reconocieran. Llegué junto a ellos y nos miramos; sentí que sabían que no era la misma  mamá, ni la misma esposa. Solo los miré, me encontraba en un espacio distinto al de ellos,  y nos dábamos cuenta, pero no podía hacer nada para modificarlo. Luego de un rato,  nos abrazamos, y me di cuenta por el sol, que habían pasado muchas horas. Para mí, era  lo mismo, que fueran horas o segundos. A partir de ese momento, me mantuve en  "estado de gracia" durante mucho, mucho tiempo.

A partir de ese momento, tomaba  los sucesos de una manera diferente, era conciente todo el tiempo de mi Verdadera  Condición y veía a los humanos, luchar y pelear, llorar y soñar y observaba todo desde  un lugar objetivo, todo estaba como debía ser. Vivía en un estado de calma permanente  y cuando hablaba era desde otro lugar, que no era la mente. No tenía pensamientos,  permanecía relajada pero alerta, despierta en mi Consciencia expandida, diferente a  todos. Sentía mucha comprensión y amor por la humanidad, y todos eran iguales, y  cada uno digno de ser amado por el simple hecho de ser. Comprendí tantas cosas desde  ese lugar...!

Perteneciente a uno de mis libros.

jueves, 3 de enero de 2013


Les brindo una pequeña muestra de mi hermoso libro: "Patchwork de mini cuentos".

PATCHWORK DE MINI CUENTOS (Spanish Edition)



La medida del tacón en las mujeres, suele ser la medida de sus ansias de conquista.

                                                                ***** 
Le pareció un milagro. De pronto había recuperado la vista. Ahora podía ver con toda claridad, distinguía cada detalle, los colores, todo. Incluso dejó de molestarle el reuma. Se irguió cuan larga era, enderezó la columna y se preguntó si la gente sabía lo que era no sufrir más dolores. Era feliz. Luego se alejó volando dejando su cuerpo.
                                                               ***** 

Había una zona en su dormitorio en la que a veces, sucedían cosas extrañas. Por ejemplo, sacaba algo de un cajón y al ir hacia el otro lado ya no lo tenía. Buscaba y rebuscaba sin éxito alguno. Era similar al Triángulo de las Bermudas. Se puede decir que no pasaba a diario, pero sí de manera recurrente y alarmante, ya que incluso cosas de valor sea monetario o documental, legal y demás, también se volatilizaban. No sabía qué pensar. Vivía sola en la casa, por lo tanto esa pieza le pertenecía solamente a ella. Últimamente ocurría con mayor frecuencia que antes. Se preparó para salir, acarició su collar de perlas que le gustaba tanto y se dirigió a la salida del dormitorio. Nunca llegó.
                                                              ***** 

Tenía cierta cualidad obscena en su semblante. Incluso daba pudor mirarlo de frente. Era uno de esos rostros que debían vestirse sí o sí con un buen bigote y barba prolija.

                                                              ***** 
Una llovizna de trinares envuelve mi cuerpo. A la piel estremecida le crecen alas por dentro...
      
                                                             ***** 

Se amaron tanto, tanto y tan bien sobre la hierba, que al regarla con sus jugos, brotó de la tierra yerma - ahora fecunda como nunca - una selva tropical.

                                                             ***** 

Una luz traviesa destelló en el fondo de sus ojos, y un duende juguetón amaneció en los labios. Supo que podía vivir la vida intensamente y disfrutar de todas las tormentas y bañarse en sus arco iris. Conoció innumerables jóvenes ancianos, pero él, él sólo tenía ochenta años...

                                                            ***** 
El padre moldeó entre sus palmas un rayo de sol y luego dijo al pequeño, depositándolo en su mano – Ten, hijo – Absorbe este sol con tu corazón y siempre poseerás vitalidad - .
       
                                                           ***** 

Una noche esplendorosa, la madre entregó a su niña, un rayo de luna llena que antes entibió acunándolo entre sus senos y le dijo – Ten, hija – Absorbe esta luna con tu corazón, así tu esencia de mujer brillará por siempre - .

                                                          ***** 
Al mirar su espalda en un espejo de tres cuerpos, supo la causa de su dolor.
Pero... ¿cómo aliviarlo? Jamás vio en la farmacia algo para calmar el brote de alas.

                                                         ***** 

Tanto amaba la libertad que derribó paredes y prejuicios, tiró abajo ideas recalcitrantes y se fue saltando por los tejados, siguiendo una bandada de pájaros salvajes.

                                                        ***** 

Cuando se encontraban...el Mundo se detenía para dar paso a algo que latía fuertemente, algo aún más grande. Cuando se encontraban...del vientre de ella brotaban jazmines como primavera viva y él la sostenía firme y amorosamente para evitar su caída. Es que la Tierra toda danzaba frente a ellos y un concierto de ruiseñores arrullaba su amor. Cuando se encontraban...los relojes paraban, las mareas cesaban y los fantasmas del pasado huían entre los huecos de sus túnicas. Todo era una fiesta y el aire temblaba estremecido de gloria. Había estrellas titilando entre la hierba y un coro de lluvia se elevaba desde la tierra bendiciendo su amor.
Cuando nos  encontrábamos...

                                                      ***** 
Los amores perduran para siempre. Aún aquellos que creíamos desterrados de nuestros corazones dejando un paraje helado y silencioso de desiertos. Aún los que perforaron el alma y el cuerpo con granadas y bombas de tiempo. Los amores jamás terminan. Viven para siempre. El tiempo los acicala, los engrandece o hace más pequeños, ellos sobreviven con sabor a Eternidad. 

                                                     ***** 
Se arrancó de la cintura los pesados recuerdos viejos y húmedos con olor a moho. Y amaneció en la ribera de su falda, una banda liviana de frescas ilusiones. Entonces salió a caminar por el parque sintiendo que hasta el aire la abrazaba...

                                                    ***** 

Ella se deshojaba en verdes secos y amarillos exangües y se deshacía en el rojizo crepitar de las hojas del vestido. Alguien le avisó que había equivocado de estación.
Ahora luce gardenias en el cabello y un perfume de azahares adelanta su silueta. Se corona con rosas muy blancas y tiene la boca como pimpollo impregnado de rocío. Su piel de primavera reluce en lluvia clara y despide aromas a mango y fruta fresca. Entonces las alondras le dan vuelta alborozadas mientras ella baila y su aliento es brisa coloreada...

                                                    ***** 
Mis ojos derraman una lluvia de ilusiones perdidas....

                                                    ***** 
La carta llegó un día antes que venciera su contrato de arrendamiento en mi corazón.

                                                    ***** 
Tenía tan mala suerte que en el momento que el cirujano comenzó a practicarle la incisión para una operación de alto riesgo, cayó fulminado encima del corte, víctima de un infarto masivo.

                                                  ***** 
Se enamoró en cuanto lo vio! Era uno de los hombres más apuestos que había visto en toda su vida. Pero al besarla, tuvo que agarrarse fuerte para no caer en el vacío de su alma...

                                                  ***** 
Se escucha un débil gemido, una voz femenina susurra...Más sonidos de mujer. Hay un revuelo de perlas, satenes y sedas.
Finalmente un suspiro de alivio - ¡Fiúuu! – Al fin conseguí sacarme el vestido!}

                                                 ***** 

Él la miraba con avidez y era correspondido de igual manera por ella. Cada vez que se encontraban para almorzar en esas vacaciones, sus mesas se enfrentaban tal como sus ardientes miradas. Ambos se encontraban acompañados por sus cónyuges, y trataban de disimular la pasión que los consumía. Tal vez de haberse encontrado solos, ni se hubieran dirigido la mirada.

                                                   ***** 


SIETE HAIKUS:

La luna danza
En el agua que bebo.
Qué maravilla....


Cubre la bruma
Impúdica desnudez
De las colinas.



Me guiñas desde lejos,
Tan lejos y tan cerca,
Tú, mi estrella.


Las olas lavan
Tristezas y lamentos
Y no se quejan.



Bate sus alas
Precioso arco - iris
Dulce colibrí...


Baja el telón
Tras un final magnífico
Se pierde el sol.



El firmamento,
Catedral del silencio,
Sagradas luces.

                                                         ***** 

Para escribir, el viento usa la pluma de la arena y de las nubes.

                                                         ***** 
La almohada guarda mejor el perfume de mi cuerpo, su forma y calor, que tu corazón.

                                                        ***** 

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